La convivencia con otros animales reporta múltiples beneficios al ser humano, pero también constituye un ejercicio de respeto y responsabilidad. De respeto por un ser al que acojo en mi hogar con el compromiso de ofrecerle una vida digna, adaptada a las necesidades fisiológicas y etológicas de su especie, y libre de cualquier tipo de maltrato. Y de responsabilidad, cumpliendo las obligaciones que para ello me impone la ley, con el objetivo de garantizar tanto el debido cuidado del perro como su convivencia con otros animales y seres humanos del entorno. (…)
Artículo publicado en el nº1 de Tres37 Bizkaia, periódico digital sobre tenencia de animales y respeto al entorno en la provincia de Bizkaia.